

La madre naturaleza a menudo ha cuidado de sus hijos de una manera maravillosa. Al perro o más bien a su progenitor el lobo, le ha proporcionado unas cualidades muy valiosas: un fino sentido del olfato, buen oído, una vista excelente y una inteligencia de alto nivel entre otras tantas. Por todo esto la comunicación de los perros es esencial.
Pero todo esto no sería suficiente si estos no fueran capaces de comunicarse entre ellos o el resto de especies: por ello, los perros han desarrollado un amplio sistema de comunicación no verbal, utilizando su propio cuerpo, para poder “hablar” con nosotros.
Durante miles de años, los perros han desarrollado sistemas de comunicación excepcionales, utilizados tanto con su propia especie como para entenderse con otras.
La comunicación de los perros en el cuello y el vientre expuestos:


Nuestros amigos «hablan» con el cuerpo y lo hacen con gran habilidad, pero, a veces, no sabemos interpretarlos correctamente.
La observación del comportamiento de un cachorro delante de un perro adulto es quizá la forma más eficaz de identificar los signos de pacificación entre los perros.
El adulto se acerca, y el cachorro se vuelve aún más pequeño, bajando la parte delantera y apoyando su hocico al suelo, para extender su cuello para el recién llegado.
Este gesto de exponer el cuello es muy significativo, ya que es una zona muy vulnerable del cuerpo que por lo general los perros tienen mucho cuidado de no poner en peligro. En este punto el adulto solo necesitaría un bocado certero para causar un daño irreparable en el cachorro, pero esto, casi nunca sucede. ¿Por qué?
La respuesta es sencilla: si el adulto agrede a cachorros de forma gratuita, el futuro de la especia canica se vería comprometida y esto es contrario a las leyes de la evolución.
El lenguaje corporal funciona bien, pero solo si el receptor del mensaje es capaz de averiguarlo.
¿Besos? En realidad, no:


El acto de lamer la cara, y en particular los labios, casi siempre se interpreta como una especie de “beso” de perro, pero ese no es su verdadero significado.
Los cachorros de lobo presentan este comportamiento cuando los adultos vuelven de la caza. El objetivo es permitir “respuesta programada genéticamente” que les hace regurgitar la comida consumir, lo que servirá para alimentar a los cachorros, ya que todavía no son los suficientemente adultos para poder cazar.
Cuando los perros realizan este acto entendemos que es un beso pero no es así es su manera de decirnos que como ellos no pueden cazar, nos necesitan para que los alimentemos.
Este acto es una clara señal de afecto, que a menudo se presenta a nuestro regreso a casa después de unas horas de ausencia.
La comunicación de los perros panza arriba


Muchos perros, ya sean jóvenes o adultos, disfrutan del contacto de sus amos, sobre todo cuando estos les hacen caricias o les hacen cosquillas en el vientre. De hecho, con gusto facilitan la colocación poniéndose boca arriba para estimular el contacto.
Este gesto tiene un significado muy diferente. Cuando elevamos nuestra voz porque nos enfadamos con nuestro pastor belga malinois por ejemplo, sabemos que no nos entienden y que se enrosquen entre si y nos ofrezcan su vientre.
Es evidente que no lo hace para que les acariciemos, ya que entienden que no es el momento más oportuno, pero lo hacen como acto de sumisión para suavizar la situación y pidiendo hacer las paces.
Este comportamiento en el perro adulto es una clara señal de apaciguamiento.
Momentos Críticos: señales para entenderse de perro a perro


Cuando dos perros se encuentran por primera vez en un “punto” que no puede considerarse “propiedad” de ninguno de ellos podríamos ser testigos de un notable espectáculo de comunicación silenciosa.
Por lo general, el primer contacto se realiza a una cierta distancia (1-2 metros). En ese momento se realiza un intercambio de miradas, y luego, como por arte de magia, se acercan el uno al otro para realizar el intercambio de información más profundo.
Después de esto, pueden seguir su propio camino, o mostrar alegría o también dar pie a un enfrentamiento. Pero ¿en base a qué señales desencadena la acción agresiva en lugar de una invitación al juego?. Los expertos aún no han conseguido averiguarlo.
El lenguaje de cola:


Este sigue siendo uno de los temas más oscuros relacionados con el mundo canino, ya que los etólogos solo han conseguido interpretar alguno de los sistemas de comunicación entre los perros.
Uno de los comportamientos que somos capaces de identificar fácilmente esta relacionado con la cola. Una cola alta significa que el perro está de buen humor, y está dispuesto a un mayor contacto con otro perro o con el hombre. Cuando se oculta entre las patas traseras, no necesariamente desaprueba el contacto, pero si está menos receptivo.
Las orejas, si están visiblemente hacia atrás y aplanadas en el cráneo significa señal de miedo, sobre todo si la cola está entre sus piernas. Pero, si la cola se extiende hasta equilibrar el cuerpo, presenta la intención de atacar. Los perros que no tienen cola, por ejemplo, se ven privados de una importante herramienta de comunicación, mientras que las razas con orejas largas y colgantes no dan indicaciones muy precisas, al menos para nosotros, con esta parte del cuerpo.